EL BATÁN DE LA PICANTERA
"Hace muchos años atrás,
existía en el Pago Aymara, una señora de edad avanzada, que se dedicaba a
preparar picante de lo más sabroso. Por esos contornos, dicha señora tenía una
moledora de tallado extraño, en el cual molía el ají todos los días para
preparar el picante. Cuando la señora falleció, en las noches se escuchaba
unos ruidos provenientes de la vieja casona, donde vivía la picantera. Algunas
personas contaban que al pasar por el lugar, sentían como si alguien estuviera
moliendo. Entonces alguien vio por casualidad, qué es lo que hacía ruido en
las noches; era el batancito que se movía por sí solo; porque en vida la señora
había querido a su batán y a su casa en forma entrañable".
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